La producción de gas y petróleo volvió
a retroceder y llegó a niveles de hace 36 años. De acuerdo a las últimas estadísticas oficiales, en mayo se produjeron
2.311.736 metros cúbicos (m3) de petróleo y 3784,9 millones de m3 de gas, lo
que representa caídas interanuales de 6% y 1,8%, respectivamente.
Si se recorta el análisis sólo a 2017,
en cinco meses se acumularon 1.478.057 m3 de petróleo y 18.361,7 millones de
m3, con bajas de 8,1% y 0,8% en relación al mismo período de 2016, que
fue el peor año del sector en 25 años.
Con estos registros, la producción se
encamina hacia los niveles de 1981 y confirma una tendencia declinante que
comenzó en 1998, cuando se alcanzó un récord histórico.
En 2016 se contrajo la perforación de pozos
En 2016 se contrajo la perforación de pozos
Hay varias causas que explican el
fenómeno, señalan fuentes del sector petrolero. En 2016 se registró una fuerte
contracción en la perforación de pozos y la industria se encuentra en un
proceso de ajuste importante para adecuarse a la política del Gobierno de
convergencia hacia los precios internacionales.
Esa ecuación de precios internacionales
que no logran remontar por encima de los USD 50 el barril y la presión a la
baja de la cotización interna –con costos locales en alza- motiva a las
compañías a ajustar las cifras para mantener rentabilidad sobre la base de
reducir la cantidad de equipos perforando en el terreno, en particular en sus
pozos más maduros y desafectando personal y servicios.
El Gobierno busca liberar los precios
en 2018
El barril criollo llegó este mes a USD
55 por barril para el Medanito -crudo que se extrae en la cuenca neququina- y
USD 47 para el Escalante (Golfo de San Jorge). Es un precio sostén que subsidia
el Estado con miles de millones de dólares y tiene un impacto en el bolsillo de
los argentinos. El barril criollo es en gran parte responsable de que
en la Argentina suban los precios de la nafta incluso si baja el del petróleo.
La idea es que el mercado quede
totalmente liberado en 2018. Esto implicaría que cada empresa luego decidirá
por su cuenta cuándo y en qué proporción se aumentarán los combustibles al
público.
A la compleja maraña de precios y
subsidios hay que sumarle que Vaca Muerta sigue sin despegar. Hay estudios que
indican que la producción se duplicará en 2018 y se triplicará en 2019. Sin
embargo, los valores internacionales del petróleo -por abajo de los 50 dólares-
ponen en duda cualquier proyección.
El caso del gas es más difícil de
explicar. El Estado destinó sólo este año casi $15 mil millones a las
petroleras para fortalecer su desarrollo.Precio sostén Gas No Convencional
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