"Un documento oficial puntualiza, con alto grado de detalle,
cuáles son los proyectos en marcha para combatir los cortes de electricidad.
Contemplan desembolsos en generación térmica, nuclear y renovable que
aumentarán en más de 20% la capacidad real de producción de energía, así como
el tendido de nuevas líneas de transporte en alta tensión y desembolsos en
distribución para mejorar la prestación a los hogares, uno de los principales
argumentos que esgrimió el Ministerio de Energía, a cargo de Juan José
Aranguren, para justificar los aumentos de tarifas.
Una parte sustancial de
los desembolsos están orientados a la generación sobre la base de gas u otros
combustibles, en el marco de la denominada resolución 21, que creó condiciones
atractivas para las empresas privadas. Están en marcha con diverso grado de
avance inversiones por entre US$ 2600 millones y US$ 3000 millones para
instalar 2989,3 MW, de los cuales la mayor parte deberían estar listos este año
(unos 2848 MW) para atender la demanda del verano próximo. Por eso el Gobierno
los sigue de cerca.
A principios de mes se
puso en marcha la primera central en el marco de ese programa, con desembolsos
por US$ 110 millones, a cargo de la empresa Genneia. La asistencia oficial fue
nutrida. Estuvieron Aranguren y otros funcionarios nacionales y provinciales.
Los proyectos de la
resolución 21, de diverso tamaño, están distribuidos por casi toda la geografía
local. Hay en Buenos Aires, Santiago del Estero, Córdoba, Neuquén, Jujuy, Mendoza,
Santa Fe y Tucumán, por caso.
La buena respuesta de
las empresas obedece al manual de la inversión privada: el Gobierno les
garantizó la colocación de la energía con contratos a largo plazo y un precio
que promete ganancias.
Con la misma letra se
escribieron los contratos de energías renovables, una de las grandes apuestas
del Gobierno para captar desembolsos. El Estado se compromete a cumplir un
acuerdo en dólares a 20 años por el cual Cammesa, la compañía administradora
del mercado eléctrico, comprará la energía que produzcan esos proyectos. Tendrá
un ajuste de 1,7% interanual para compensar la inflación en moneda extranjera.
Se esperan desembolsos por US$ 3500 millones hasta 2019 para instalar 2423 MW.
A diferencia del caso
térmico, la mayor parte de los proyectos no estará listo este año, sino en 2018
(2411 MW), por lo que llevarían calma a la demanda eléctrica en el último
verano a cargo de la administración actual. Fuentes del sector privado
advirtieron en los últimos días que algunos proyectos podrían demorarse por
dificultades de acceso al financiamiento. Fue uno de los temas que se
discutieron en el Congreso de Energía Renovable, que se hizo a fines del mes
pasado.
Poco después del cambio
de Gobierno, Aranguren declaró la emergencia eléctrica hasta este año.
Justificó la decisión en el precario estado general del sistema, en el que
remarcó la escasez de generación para la demanda local. Eso justifica la
búsqueda de inversiones en ese sector.
Aunque la gestión de
Macri intentó poner en manos privadas el riesgo inversor, al menos en esta
administración el Estado continuará desembolsando fondos millonarios, una
orientación que llevó al extremo el kirchnerismo. El mejor ejemplo es el sector
nuclear.
En las inmediaciones de
las centrales Atucha I y II se construirá el Carem 25, la primera central
nuclear de potencia íntegramente diseñada y construida en el país. Esta semana
se le adjudicó a la constructora de Techint la obra civil del edificio del
reactor, que deberá realizarse en 25 meses por unos US$ 70 millones.
El proyecto comenzó en
el kirchnerismo, pero tiene un avance físico magro, de 0,39%. El organigrama
oficial contempla que debería estar terminado en julio de 2019, algo que lo
convertiría en un prominente anuncio en las vísperas de la campaña
presidencial.
El Estado también
invertirá $ 983 millones en una planta procesadora de uranio en Formosa. La
obra también fue anunciada en el kirchnerismo, pero sólo avanzó en términos
físicos 0,271 por ciento. Los documentos sostienen que debería estar terminada
en enero de 2020.
Otro paquete de obras
que finalizarán entre junio de este año y enero de 2019 apuntan a mejorar la
capacidad de transporte de energía eléctrica a nivel nacional. Suman
desembolsos por $ 1761 millones.
A eso se suman los
planes quinquenales de Edenor y Edesur, que se comprometieron a poner unos $
40.000 millones para mejorar el servicio.
Revista Petroquimica
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