YPF suscribió un acuerdo a 40 años para explorar y explotar gas natural en el este boliviano
YPF selló un acuerdo con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para buscar y –de ser viable– producir gas en el país del Altiplano. La operación, que había comenzado a delinearse a mediados del año pasado, será aprobada por la Asamblea Legislativa del Estado Plurinacional de Bolivia.
Suscripto por el presidente de YPF, Miguel Ángel Gutiérrez, y por el titular de YPFB, Guillermo Acha, el convenio tiene una vigencia de 40 años. En la firma también estuvo presente el gerente ejecutivo de Exploración y Desarrollo de YPF, Carlos Colo.
La petrolera argentina se comprometió a invertir u$s 80 millones para poner en marcha la iniciativa. De esa cifra, u$s 60 millones se destinarán a la perforación de un pozo que alcanzará una profundidad de 5.500 metros, mientras que los u$s 20 millones restantes se emplearán para la realización de exploraciones sísmicas.
Denominado Charagua, el proyecto ocupa una superficie de 99.250 hectáreas (Has), las cuales albergarían recursos gasíferos por 2,7 trillones de pies cúbicos. YPF espera alcanzar una producción máxima de 10,2 millones de metros cúbicos (m³) diarios.
Consultado sobre la importancia del acuerdo, Gutiérrez aseguró que implica “un nuevo paso en la asociación de ambas empresas”. “La exploración, tanto en el ámbito interno como en el exterior, es para nuestra compañía un elemento estratégico a la hora de sostener el abastecimiento de gas natural en la Argentina”, subrayó.
A través de un comunicado, YPF detalló que “de efectuarse el descubrimiento comercial esperado, el monto total de inversiones a realizarse en actividades de exploración y explotación ascendería a aproximadamente u$s 1.177 millones”.
En ese caso, está prevista la conformación de una Sociedad de Economía Mixta (SAM) entre YPFB e YPF E&P, con participaciones accionarias de un 51% y un 49%, respectivamente.
Sinergia regional
Retomar la senda de la exploración internacional es, a decir de Colo, uno de los cuatro pilares en los que se basó el relanzamiento de la estrategia corporativa de YPF en los últimos años. “Tenemos dominios en naciones como Uruguay (tanto a nivel off shore como en la cuenca Chacoparanaense, que despierta expectativas en términos de recursos no convencionales), Paraguay (también en la cuenca Chacoparanaense), Chile (como operadores en la cuenca Austral) y Bolivia (donde estamos retornando como exploradores)”, indicó.
La idea, expresó, es generar nuevas sinergias en la región. “El foco está puesto en asociarnos con aquellos países vecinos que nos ofrecen la posibilidad de implementar estrategias en común”, señaló.
Específicamente en suelo boliviano, YPF no sólo cuenta con Charagua, sino que también posee intereses exploratorios en los bloques de Abapó e Irenda. “Nuestra intención es explorarlos en conjunto con la estatal YPFB”, sostuvo.
Según sus palabras, el objetivo principal es evaluar el potencial hidrocarburífero, tanto convencional como no convencional, en el ámbito geológico del Subandino Sur. “Seguramente habrá una continuidad de dichos trabajos en el tiempo”, anticipó.
Abundancia gasífera
Una mayor integración hidrocarburífera con Bolivia es clave para asegurar la estabilidad del abastecimiento energético argentino. En ese sentido, el país sabe que podrá contar con el aporte gasífero boliviano durante la próxima década. Así se desprende de la última certificación de reservas llevada a cabo en la nación gobernada por Evo Morales.
Solicitado por YPFB, el relevamiento estuvo a cargo de la empresa canadiense GLJ, que cuantificó en 10,45 de trillones de pies cúbicos el total de existencias probadas. La cifra representa un incremento de 0,53 trillones en relación con los 9,92 identificados por la agencia Ryder Scott a fines de 2009.
“Tenemos garantizadas nuestras reservas de gas natural hasta el año 2025 tanto para el mercado interno como para los mercados de exportación e industrialización”, aseveró Morales.
Según los viejos datos de Ryder Scott, Bolivia disponía de 209,81 millones de barriles de reservas probadas de petróleo (con 98,22 millones probables y 192,22 millones posibles) y de 9,92 trillones de pies cúbicos de existencias probadas de gas natural (con 3,71 trillones probables y 6,27 posibles).
El nuevo sondeo de GLJ certificó la presencia de 211,45 millones de barriles de reservas probadas de crudo (con 72,25 millones probables y 80,37 millones posibles) y 10,45 trillones de pies cúbicos de existencias probadas de gas (con 3,5 trillones probables y 4,15 posibles).
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